IMPOSIBLE CALLAR

Por: Aleida Meneses Núñez

 Imposible dejar pasar la oportunidad para reconocer en Eduardo Congolino Erazo (q.e.p.d.) a un gran compañero y amigo, a quien cada día extrañamos más. 

Imposible olvidar los múltiples momentos en los que nos hizo reír con sus innumerables anécdotas, con sus chistes de todos los colores, con sus frases sueltas y de doble sentido, con su picardía, con ese excelso sentido del humor que nos deja un gran vacío en el corazón.

 Dedicó 24 años de su vida a nuestra institución. Ayudó a forjar muchos sueños. Varias generaciones de guacheneseños crecieron entre sus prácticas explicaciones sobre senos y cosenos, catetos e hipotenusas... Tenía una mente lógica, clara, brillante, era un verdadero maestro de las matemáticas, pero sobre todo, era un hombre leal, sencillo, siempre afable, al que la muerte lo sorprendió sin darle tregua a nada.

Eduardo, siempre recordaremos tus detalles, tu risa contagiosa y tu frase favorita: "para esto no se necesita más que dos dedos de frente y un cuarto de cerebro".

Por eso hoy es imposible callar... la falta que nos haces.

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